CRARC – Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Cataluña (Masquefa, Barcelona)

Hoy damos a conocer el CRAC (Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Cataluña). Un centro único en toda la península, donde estos animales encuentran un segundo hogar tras haber sido refugiados, abandonados o decomisados ¿Me acompañas y te explico un poco más? 😉

Empezamos con un juego de palabras ¿Conoces la diferencia entre el CRAM y el CRARC ? El CRAM es el Centro de Recuperación de Animales Marinos. Pero el CRARC ¿Lo conoces? Si es que sí ¡Me alegro enormemente!, y si es que no, vas a conocer un pequeño rincón único de nuestro territorio, y todo un referente, tanto en Cataluña, como en el estado español ¿Me acompañas?

Nos desplazamos de mar a montaña, a un pueblecito pequeño de la comarca del Penedès (Barcelona), llamado Masquefa, donde está ubicado el CRARC , Centro de Recuperación de Anfibios y Reptiles de Cataluña, donde realizan un gran trabajo a nivel educativo y de sensibilización, de investigación, y de recuperación e introducción de especies como la tortuga mediterránea.

Lo estuvimos buscando en Google Maps, pues se encuentra en un lugar discreto, que si no es porque vas a posta, pasa totalmente desapercibido, entre casas y equipamientos municipales.

El día que los fuimos a visitar, ya habían varias personas esperando en la puerta, y fue al terminar la visita, cuando entendimos que, debido a que el horario es partido, y no muy amplio, si quieres aprovechar la visita, y mirarlo con un poco de detalle, vale la pena estar desde la apertura hasta el cierre.

Al llegar a la recepción, delante de nosotros, había una familia cuya intención era llevar su mascota, una tortuga, a las instalaciones, y por supuesto, no les pusieron ninguna pega.

Vale la pena pararnos aquí un momento, y saber, que en el caso de tener un reptil o anfibio en casa, y que por el motivo que fuera, no puede estar contigo, es preferible llevarlo a un lugar como el CRARC, en lugar de abandonarlos en cualquier rincón natural, que pienses pueda ser apropiado para ellos, como parques, ríos, lagos, pantanos o en la montaña, confiando que como son animales, ya buscarán la manera de sobrevivir.

En lugares como el CRARC, recrean su hábitat natural, y están entre compañeros de su misma especie, mientras que si los abandonas en según que zonas, puedes poner en peligro tanto al animal, como a otras especies, creando un desequilibrio en el ecosistema.

Además, en el CRARC, puedes volver a visitarlos tantas veces como quieras, ya que tienen todo un programa de apadrinamiento, y así poder seguir cuidándoles, aunque ya no compartáis el mismo techo. Y en el caso de la tortuga de esta familia ¿Cómo distinguirla entre tanta tortuga? Tranquilo ¡Está todo pensado! Para que puedan identificarla, le ponen un número en el caparazón, y así saben en cada momento cuál es su tortuga.

Ya en el inicio del circuito, el hecho que te faciliten repelente de mosquitos, tendríamos que haber pensado que aquello era una señal ¡No lo dudes! Cuando vayas ¡Póntelo! Nosotros no lo hicimos, y es cierto que, decidimos no comprar comida para las tortugas (venden bolsas en la entrada), pero desde luego si fuimos un banquete para los mosquitos. A mi pareja no le pican nunca, y en pocos minutos no teníamos un centímetro de piel libre de picadas. Vamos, acabamos como un colador.

Cabe señalar, que el camino que recorre todas las instalaciones está muy bien organizado, los animales están en perfecto estado, y todo está muy limpio y ordenado, encontrado en cada apartado, las explicaciones oportunas de cada especie.

Es verdad que lo que más abundan son tortugas, y puedes encontrar tanto de tierra como acuáticas, de aquí y de allí, pero además puedes encontrar todo tipo de reptiles: serpientes, cocodrilos, caimanes…

Lo que más me impresionó, es que muchos de los ejemplares, han sido encontrados en sitios tan cercanos a grandes poblaciones, como por ejemplo, en el Río Besós o Collserola. Otros en cambio, han sido rescatados de fincas particulares, o decomisados por los agentes del SEPRONA, en diferentes circunstancias, antes de ser vendidos en el mercado negro, tras ser introducidos en el país de forma ilegal. Estos, y otros detalles como su identidad, y lugar de origen, aparecen en los diferentes carteles que les acompañan.

Y la verdad es que te dan un poco de pena verlos en cubículos tan pequeños para su tamaño, o necesidades, pero no tiene que ser nada fácil devolverlos a su hábitat de origen. Porque mi pregunta es ¿Quién se encargaría de devolverlos? ¿Quién asumiría el coste?

Y hablando de coste, también se puede observar durante el recorrido, las diferentes menciones de particulares o empresas, que hacen aportaciones desinteresadas, para el mantenimiento de las diferentes especies ¡Y son muchas! Me alegra ver la solidaridad de muchas personas amantes de los animales, en este caso, de los reptiles.

Hubo familias con niños pequeños, que nos comentaron, que venían frecuentemente, pues aprovechando que la entrada para los niños menores de 5 años es gratuita, pasaban el día, y los niños encantados. Era increíble ver, como cada uno disfrutaba a su manera según sus intereses. A unos les llamaba la atención dar de comer a las tortugas. Otros aprovechaban y los estudiaban haciendo mil preguntas. Y otros simplemente disfrutaban observándolos. Cada niño es un mundo ¿cierto?

Acabamos la visita, encantados, y con ganas de dar a conocer este gran proyecto. Espero que gracias a esta pequeña descripción de nuestra visita a las instalaciones, te animes a visitarlos y conocerlos. Y por si te quedase alguna duda, comparto un video (en catalán) que he encontrado en la red, que acabará de convencerte, estoy segura 😉

Compártelo:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *